lunes, 11 de octubre de 2010

El otoño en Estocolmo





Este es un mensaje que me envío mi amiga Patricia, que es discapacitada visual, desde Suecia:


Los bosques están llenos de encanto, fragancia, magia y mil cosas más. Por cierto que además lo habitan troles, duendes, hadas, ninfas mitológicas, escandinavas y otros seres fantásticos. Están los pavos reales, los maravillosos pájaros de múltiples trinos, el sisear del grillo, chicharras y mil bichitos más. Los helechos son preciosos y, en medio de toda esta maravilla, ¡el fragantísimo lirio de los valles!
A mi me encanta el bosque, pero ya el otoño se viene mostrando, los árboles empiezan a cambiar el verde de sus hojas por rojos, amarillos bronce, ocre, lo mismo que muchos arbustos. Los árboles llamados “enbär” tienen unos maravillosos racimos como de bayas rojo intenso y brillante. Se ven preciosos, se siente cómo reclaman el inmediato otoño. Nos comunica que la naturaleza lentamente va en busca de descanso, que va amaneciendo y oscureciendo más temprano, lo que llegará a su clímax para el solsticio de invierno, allí por diciembre.
El bosque es cómo un laberinto viviente pero yo, como muchos otros seres del bosque, quisiera entrar en letargo invernal. Como no es posible haré alguna que otra actividad para ir pasando el largo invierno. Os envío un gran abrazo para ti y tu gente y un frasquito de cristal de hielo con el aroma del bosque sueco.
Desde Estocolmo, Patricia Muyéh.

1 comentario:

  1. HOla soy la Irene y creo que este texto esta muy bien escrito en particular pero en general me gustra mucho tu blog.

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