martes, 8 de marzo de 2011

Lectura del cuento

Hola amigos. Me perdonaréis si leyendo me equivoco. El sistema que utilizo para leer y escribir es diferente al que utilizáis vosotros y se llama Braille. Con el Braille los ciegos podemos desarrollarnos intelectualmente al mismo nivel como si gozáramos del don de la visión.

De esta manera comencé a leerles el canto de las ballenas a unos niños del colegio donde fui invitada por uno de ellos. A continuación les expliqué: durante veinte años pude gozar de contemplar el color del mundo y aunque ya hacía tiempo que mis ojos carecían de luz ya me había acostumbrado a mirar de manera diferente. Aprendí a moverme como invidente, a tocarlo todo, a escuchar e imaginarlo todo, a evocar el azul del cielo, las caritas de los niños, el plateado color del mar y el verde de los pinos y fue como comenzar una nueva vida, que aunque era la mía no se parecía nada a mi vida anterior.
Mis dedos se deslizaban por el relieve que formaban los miles de puntitos en el papel y así,  letra a letra, sílaba a sílaba, lentamente fueron tomando vida los personajes del cuento.
Atónitos vimos como a mi lado se sentó la abuela de Lilí. En su regazo se sentaba Lilí. Atenta miraba y escuchaba un vientecillo acompañado de una brisa marina que a raudales se colaba por la ventana. De pronto, me pareció oir atropelladas palpitaciones en el pecho de los  niños. Entrelazados galopábamos por un mundo mágico y bueno, transportándonos a todos donde bullía la vida y la luz, en otra época y en otro lugar. De repente, allá a lo lejos, muy lejos, maravillados vimos acercarse danzando y saltando a las ballenas y como en un susurro las oímos cantar y cantar.